domingo, 21 de noviembre de 2010

Esta forma de ver…


Esta forma de ver las cosas no se logra, no es el resultado de una larga lucha, no tiene nada que ver con la inteligencia ni con tener conocimientos o aptitudes especiales. No tiene nada que ver con causas o con efectos, con el esfuerzo, con la persistencia o con ninguna otra cosa.

La libertad y la iluminación sólo se pueden encontrar aquí, y nada más que aquí –es decir, no se pueden “encontrar” de ninguna de las maneras.


Jeff Foster

domingo, 7 de noviembre de 2010

Esto...


















Hay una chaqueta tirada en el suelo en la calle. A alguien se le a debido caer. Las personas que pasan a su lado la miran y siguen su camino hasta que un señor que viene paseando su perrito la recoge y la deposita sobre un banco. Mientras escribo, ahí sigue la chaqueta de color marrón claro colgada en el respaldo del banco. Una chaqueta sagrada sobre un banco sagrado recogida de un suelo sagrado en un momento intemporal e igualmente sagrado. Todos ellos ofreciéndose incondicionalmente, sin pedir nada a cambio, en un ilimitado Amor Incondicional. Por eso son sagrados.
Algo tan simple y tan obvio como una chaqueta tirada en el suelo, algo tan sagrado y divino como una chaqueta tirada en el suelo. Una simple y obvia, sagrada y divina paradoja que la mente, el pensamiento, nunca puede ni podrá entender ni comprender porque se está viendo ahora, se ve ahora o no se ve nunca. La chaqueta es depositada en el banco y ahí continúa. Si seguirá ahí o no es otra historia. No hay forma de saberlo. Es el misterio.

Ya no está la chaqueta sobre el banco. No sé nada más de ella. No hay nada más que saber, nada más que decir, nada más que escribir.

jueves, 4 de noviembre de 2010

Esto...


















Estoy conduciendo cuando, a lo lejos, diviso un coche accidentado y la policía vasca en el lugar regulando el tráfico. Los rebaso y al dar la curva veo que se acercan tres camiones. Les doy tres ráfagas de luces largas para avisarles del peligro y les hago señas para que aminoren la velocidad.
Una señora con dos niñas pequeñas pasan a mi lado. Una de las niñas está llorando y la mujer regaña a la otra niña diciéndole que los miércoles no se compran golosinas, que no tenía que haber dicho nada.
Dos mujeres sudamericanas extienden sendas sábanas en el suelo y exponen pañuelos grandes de diferentes coloridos en el mercadillo del pueblo. Las señoras se arremolinan para probarse los que más les gustan y para comprar o no comprar, según les parezca.
Llaman a la puerta y un hombre pide limosna porque dice, no tiene para comer. Le doy una moneda y se marcha.
Contemplo un arco iris de tal belleza que saco la cámara digital y realizo unas cuantas fotos.
Soy el hombre accidentado, y los camioneros que circulan en ese momento, y los ertzainas regulando el tráfico.
Soy la señora que regaña a la niña, y la niña regañada, y la que llora por no tener sus golosinas.
Soy las mujeres sudamericanas que venden pañuelos grandes arrodilladas en el suelo en el mercadillo del pueblo.
Soy el mendigo que va de puerta en puerta pidiendo limosna porque no tiene para comer.
Y soy ese bello arco iris que llena de colores el oscuro cielo en un espectáculo lleno de contrastes.
Aquí estoy escribiendo para un blog y para dar a conocer… esto. Algo tan simple y tan sencillo y tan obvio como esto.
Me levanto del asiento, apago el televisor de la cocina y me vuelvo a sentar para concluir este escrito. No hay nada más que decir… por ahora.

martes, 2 de noviembre de 2010

Esto. Sólo esto. Siempre esto. Continuamente esto. 3


¿Qué es lo que resplandece más allá del despertar,
más allá de la iluminación,
más allá de lo real y de lo irreal,
más allá de la existencia y de la no-existencia,
más allá de lo que es y de lo que no es,
más allá del yo y del no-yo,
más allá de la dualidad y de la no-dualidad,
más allá de la vida y de la muerte,
más allá de todos los más allás?

¿Qué fue lo que te dio la vida?
¿Qué fue lo que hace ya eones, te sacó de ti para que pudieras
conocerte, tocarte, degustarte, sentirte y verte?

¿Qué es lo que te sostiene, te ama y te abraza como una madre abraza a su bebé recién nacido?

¿Qué es lo que, desde el mismo comienzo, ha estado llamándote, para que volvieras a ti mismo?


Esto.

Sólo esto.

Siempre esto.

Continuamente esto.



Jeff Foster

lunes, 1 de noviembre de 2010

Esto. Sólo esto. Siempre esto. Continuamente esto. 2


¿Qué es lo que queda cuando todos los conceptos del mundo se revelan como meros conceptos,
qué es lo que queda cuando los pensamientos recuperan su ritmo natural
y la búsqueda improductiva de “la mente del mono”
llega a su fin?


Esto.


Sólo esto.


Siempre esto.


Continuamente esto.



Jeff Foster