miércoles, 14 de julio de 2010

Entrar en el Presente disuelve la forma de cualquier negatividad

Apenas nos extraviamos en la dimensión mental tanto del pasado como del futuro, es decir, apenas nos identificamos con la voz de la mente, se asoma un cierto grado de incomodidad que a menudo confundimos con el peso de la Vida, y a veces con el propio peso, el peso de quien soy. Podemos notar que esa incomodidad está acompañada de una cierta tensión, y que el espacio interno parece haberse contraído; incluso la respiración nos causa alguna dificultad; pero basta reclamar la atención, apoyarla en el interior del cuerpo, basta en suma retornar al Presente, para percibir que el espacio interior se expande, la respiración fluye libre y la percepción del tiempo cambia. Entonces reconocemos que no hay ninguna forma que pueda amenazarnos. Todo miedo y deseo desaparecen, experimentamos una sensación de espaciosidad y se asoma una paz que antes no estaba.

Marina Borruso

No hay comentarios:

Publicar un comentario

Nota: solo los miembros de este blog pueden publicar comentarios.